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Versión para imprimir del artículo Mangos y duraznos, estimuladores de la fertilidad masculina. No incluye formatos especiales ni imágenes.
Un estudio australiano confirmó que el consumo de mango y durazno incrementan naturalmente la tasa de fecundidad masculina esto gracias a su enorme riqueza en antioxidantes naturales que nutren al esperma masculino, brindándole mayores probabilidades para fecundar al ovulo femenino, según la investigación de la Universidad de Western Australia (UWA).
Por supuesto que lo recomendable es incorporar una nutrición natural y variada, cuando se busca el incremento natural de la fertilidad, reconociendo como verederos complementos eficaces a los mangos y los duraznos, que en tal caso se verán potenciados en un buen marco nutricional.
Entre las frutas y verduras más recomendadas para incluir en una nutrición variada con el fin de alcanzar este propósito, se recomiendan; las calabazas, zanahorias, espinacas, perejil, aceites vegetales, aguacates, nueces, almendras y especias como el fenogreco y el romero.
Los radicales libres contenidos en el cuerpo femenino atacan al esperma masculino deteriorándolo, por ello cuando el semen se encuentra nutrido de antioxidantes puede defenderse del ataque de los radicales, que tratan de defender a su vez el organismo femenino, librándose una batalla en la que sobrevivirá el más fuerte.
Otra investigación llevada a cabo en la Universidad de Monash (área de ciencias biológicas), relacionó a los antioxidantes contenidos en el esperma masculino, con la misma calidad contenida en los alimentos necesarios para el desarrollo infantil, lo cual garantizaría la presencia de éstas sustancias indispensables para la evolución del feto.
La riqueza antioxidantes de los mangos y los duraznos, radica en su gran contenido de vitamina A y vitamina C, ambas consideradas las vitaminas de las defensas orgánicas, además de su riqueza en flavonoides, entre los que destacan la quercitina y camferol, ambas sustancias consideradas altamente anticancerígenas, por lo tanto actúan evitando la mutación celular y posterior degeneración que deriva en los procesos cancerígenos.
