El arándano rojo es un arbusto que no supera habitualmente el medio metro de alto y de la misma familia que el arándano normal. Su procedencia es Norteamérica, donde crece en terrenos cenagosos.
Lo que es aprovechable del arándano rojo son sus bayas, que son comestibles. Estas bayas tienen un color rojizo y un sabor agridulce y delicioso, que resulta refrescante.
No fue hasta comienzos del siglo diecinueve en que las propiedades de los extractos de estas bayas se descubrieron, y se conoció sus beneficios sobre el sistema urinario para combatir las infecciones de orina recurrentes.
Nuevos estudios hablan de que el arándano rojo tiene propiedades
antisépticas urinarias y por ello se recomienda especialmente en casos de infecciones urinarias que aparecen
repetidas veces.
En estos estudios se demuestra que el arándano rojo es capaz de inhibir la adhesión bacteriana a la
superficie mucosa del tracto urinario previniendo así que se generen
infecciones. Gracias a esto, se han podido aislar algunos compuestos antibióticos.
Desde tiempos remotos el arándano rojo también es utilizado para
mejorar el proceso de la cicatrización de las heridas, tratar diarreas y en
caso de infecciones.
Por su alto contenido en vitamina C los marineros que
viajaban entre América y Europa adoptaron las bayas del arándano para prevenir
el escorbuto.