La luteína es un pigmento amarillo de origen vegetal, imprescindible para la visión. Se trata de una molécula de estructura similar al retinol o vitamina A, con la que comparte propiedades antioxidantes. Un correcto aporte de luteína ayuda a prevenir enfermedades degenerativas de la mácula ocular así como la formación de cataratas.
Sólo existe un alimento de origen animal que aporte cantidades significativas de luteína, y es la yema del huevo. Con esta excepción, la manera de aprovechar los beneficios de la luteína para la visión pasa por incorporar diversos productos de origen vegetal a la dieta.
Algunos de estos alimentos pueden presentar el color amarillento de la molécula luteína: maíz, mostaza, pimientos, manzanas, peras o aguacates.
Pero en muchos casos son alimentos de hoja verde, ricos en clorofila, los que esconden también la luteína en dosis importantes. Entre estos alimentos que sirven para prevenir enfermedades degenerativas en la visión se pueden citar las algas, la lechuga, las espinacas, los guisantes y las coles de Bruselas.
Otros alimentos con probados beneficios sobre la visión incluyen entre sus principios activos medicinales la luteína. Es el caso del arándano azul o mirtilo, de las ciruelas y de las fresas.
Es muy difícil consumir un exceso
de luteína con los alimentos. Los suplementos artificiales deben emplearse con
precaución y evitarse en mujeres
embarazadas y en periodo de lactancia.
La dosis habitual ronda 1 mg diario,
llegando a multiplicarse por diez las necesidades recomendadas en el caso de
personas con problemas de visión.