Una magnífica
combinación de Avena y Aguacate
puede ayudar a combatir una serie de
enfermedades cuando se consumen con regularidad, además de ser
increíblemente versátiles al poder formar parte tanto de los desayunos, como de
las comidas y los tentempiés, ya que
la avena se puede consumir de forma
caliente o tostada para elaborar granola
(combinación de cereales, frutas y frutos secos), espesar batidos, galletas
o su harina para elaborar panificados.
El aguacate además de consumirse como una fruta, se puede combinar en las ensaladas, salsas (mayonesa vegetal), sándwiches, etc.
Tanto la harina de avena como el aguacate son muy valorados en medicina natural por tener la capacidad de reducir el nivel de colesterol malo o LDL en sangre, según un estudio del Instituto Mexicano del Seguro Social el consumo de aguacate a diario durante una semana, redujo los niveles de colesterol en más del 15 por ciento, sobre un grupo de control.
Otros estudios llevados a cabo sobre la harina de avena, demostraron que el consumo de una porción diaria, es capaz de reducir el colesterol hasta en un 20 por ciento, según la enciclopedia de los alimentos para la curación.
La incorporación regular del aguacate en la dieta asegura mantener los niveles adecuados de vitamina A, complejo B, calcio, hierro y potasio, todos nutrientes especialmente beneficiosos para apalear el desgaste psicofísico motivado por distintas casusas, al contener un elevado nivel de propiedades antioxidantes.
La harina de avena es muy rica vitaminas del complejo B y minerales como el calcio, hierro y fósforo, todos elementos que aseguran un buen funcionamiento del sistema nervioso y cerebral, siendo más que indicada para todas las edades o sea desde niños en desarrollo, hasta los ancianos, ya que favorece el rendimiento intelectual, nivela los estados emocionales y evita el deterioro cognitivo (este último característico de la tercera edad).
Las proteínas presentes en el aguacate y la avena son de alta calidad, por lo cual son consideradas alimentos esenciales para los vegetarianos y los veganos, en lo que respecta a la sustitución de las proteínas de origen animal, al combinarse además con determinados frutos secos.