Existen dos tipos de hierro, “hemo”
y “no hemo”, el primero proviene de
la carne, pollo y pescado o sea de fuentes de origen animal, siendo absorbido
por el organismo de forma más eficiente
que el hierro de fuentes
vegetales o hierro no hemo.
Por ello las dietas vegetarianas deben prestar especial atención a esta condición,
preocupándose en mayor medida por la correcta absorción o fijación del hierro
no hemo, debiendo recurrir a la vitamina
C, para ayudar al proceso y la podemos encontrar en abundancia en ciertos
frutos.
Por lo tanto la cantidad de hierro no hemo que se absorbe va a depender de la combinación correcta de alimentos que se consumen al mismo tiempo, entre los cuales los más ricos en vitamina C aumentarán la disponibilidad y absorción de hierro.
Las frutas y sus jugos, especialmente los cítricos representan una de las mayores fuentes de vitamina C, así por ejemplo una naranja mediana contiene aproximadamente 70 mg de vitamina C o medio pomelo cuenta con 37 miligramos.
Otro parámetro a tener en cuenta es que una taza de jugo de naranja contiene aproximadamente 124 mg de vitamina C, contra 94 mg que contiene una taza de jugo de pomelo rosa.
Las bayas son otras de las excelentes fuentes de vitamina C a tener muy en cuenta, ya que una taza de fresas enteras provee al organismo de 85 mg, la misma porción de frambuesas posee 32 mg y una taza de jugo de arándano cuenta con 24 mg.
El melón y las frutas tropicales son otras fuentes excelentes de vitamina C para lograr la correcta absorción del hierro no hemo, así por ejemplo una porción de melón en cubos brinda cerca de 59 mg de la vitamina y alrededor de 79 mg ofrece una taza de trozos de piña, 60 una taza de mango y 96 mg provee papaya pequeña.