Desde la antiguamente las margaritas pequeñas son empleadas como cura para la bronquitis, según lo atestiguan los tratados de medicina natural, cuyo tratamiento se basa en obtener el jugo de su trituración, para combinarlo con azúcar moreno y tomarlo varias veces al día, obteniendo excelentes resultados y como un gran paliativo de los proceso respiratorios obstructivos crónicos.
Este efecto sobre el sistema respiratorio es debido a su riqueza en sustancias químicas tales como las saponinas, cabina, sustancias mucilaginosas y aceite etéreo, que en conjunto actúan como un gran descongestionante de las vías respiratorias, brindando alivio a las distintas condiciones inflamatorias en este nivel, incluida el asma.
Las margaritas pequeñas conducen a la lubricación nasal permitiendo mayor facilidad para respirar, pero además son potentes diuréticos naturales lo cual es muy importante para las afecciones cardiacas como la hipertensión al disminuir la presión sanguínea o nivelarla, ya que son ricas en potasio un ingrediente que hace posible este beneficio saludable.
Las propiedades medicinales de las margaritas pequeñas son muy amplias y actúan sobre las siguientes condiciones patológicas: abscesos, ascitis, el asma, la bronquitis crónica y aguda, rinitis, faringitis, las enfermedades del labio, cáncer de pulmón o de mama, la cirrosis, accidentes cerebrovasculares, estreñimiento, dolores de cabeza, edema, digestión lenta, forúnculos, gases intestinales , hepatitis, insuficiencia renal, intoxicación, irritación de la piel, micosis grave, las migrañas, ojos hinchados, manchas en la piel, pórfidos, heridas, reumatismo, tumores, tos.
Las infusiones de margarita también se aprovechan para estimular el apetito, y por sus propiedades depurativas, para purificar la sangre.
Para preparar una infusión de margarita se toman dos cucharaditas de hojas o flores por taza. Luego de hervir se debe dejar repossar entre 5 y 10 minutos para luego colar la preparación.