De las semillas de la onagra se extrae por presión el aceite de Onagra que en ocasiones se confunde con el aceite de borraja, por su similitud en propiedades medicinales.
El aceite de onagra contiene ácidos grasos esenciales, que son aquellos que deben ser ingeridos con la dieta porque el organismo no es capaz de sintetizarlos. Los más abundantes en el aceite de onagra son, por este orden, el ácido linoléico y el ácido gamma-linoléico.
Estos componentes proporcionan al aceite de onagra propiedades antiinflamatorias, que pueden aplicarse en el tratamiento y alivio del síndrome premenstrual y de problemas articulares.
Sin contener hormonas, el aceite de onagra ayuda a regular desarreglos en el ciclo menstrual y su consumo se recomienda también como apoyo en el tratamiento del ovario poliquístico.
Los beneficios del aceite de onagra inciden también en el sistema cardiovascular, al reducir los niveles de colesterol en sangre y controlar la tensión arterial.
Aplicado externamente, el aceite de onagra y el de borraja presentan propiedades muy similares, siendo ambos un verdadero tratamiento natural de las más diversas afecciones cutáneas, desde eccema o dermatitis hasta, en el caso del aceite de onagra, el acné. Ambos aceites resultan de especial interés en el tratamiento de los brotes de dermatitis atópica.
La gran ventaja del aceite de onagra frente al de borraja es la ausencia de toxicidad del primero, lo que hace adecuado para tratamientos prolongados y libera al aceite de onagra de contraindicaciones.
La forma habitual de consumo es en perlas monodosis, en ocasiones enriquecidas con vitamina E para aprovechar su efecto antioxidante, dado que el aceite de onagra tiende a enranciarse con facilidad.