La damiana es una planta que se da espontáneamente en los climas tropicales del continente americano. Se ha hecho famosa como afrodisíaco a partir del siglo XIX, aunque su uso está documentado desde el siglo XVI. No obstante, poca gente conoce hoy en día las propiedades medicinales de la damiana y sus contraindicaciones.
Efectivamente, el uso de la damiana como sustancia afrodisíaca tanto para hombres como para mujeres explica su presencia en los herbolarios de buena parte del mundo occidental.
La acción de la damiana como afrodisíaco no es de tipo pseudohormonal, sino que ejerce un efecto desinhibidor que la convierten en un tratamiento natural eficaz en los problemas relacionados con la sexualidad que tengan un origen psicológico.
Pero la damiana posee más aplicaciones. Los beneficios de la damiana como planta medicinal depurativa se deben a sus propiedades laxantes y diuréticas. Y son precisamente las propiedades diuréticas las que explican su uso junto con otras plantas medicinales en casos de infecciones de las vías urinarias o cuando se desea facilitar la expulsión de pequeños cálculos en el riñón.
A su vez la damiana ejerce una acción estimulante por su contenido en cafeína que puede aprovecharse en el tratamiento de astenias estacionales así como en algunos casos de dolor de cabeza. Esta planta medicinal posee propiedades antibacterianas y ayuda en el tratamiento de catarros y bronquitis.
No obstante, la damiana no está exenta de contraindicaciones y deben abstenerse de ingerirla mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, niños pequeños y personas con problemas cardíacos, en especial si estos afectan a la regularidad o la frecuencia de los latidos.