Dieta Baja en Hidratos de Carbono vs Cálculos Renales
Descubre porque las Dietas Bajas en Hidratos de Carbono pueden provocar efectos secundarios sobre los riñones
Las populares piedras en el riñón afectan a millones de personas en el mundo y por supuesto tienen una relación directa con la dieta que se consume en particular, pero también pueden ser el resultado de ciertos medicamentos o predisposiciones genéticas. En lo que respecta a las dietas, según nuevos estudios nutricionales, aquellas que se basan en la reducción casi total de hidratos de carbono pueden presentar un riesgo para el desarrollo de los cálculos renales, comparada con una dieta equilibrada.
El problema radica en el exceso de proteínas que acompaña a las dietas bajas en hidratos de carbono y no puntualmente la deficiencia de hidratos. La ingesta normal de carbohidratos oscila entre el 45 y el 65 por ciento de las calorías totales diarias, lo que significa que para una dieta de 2.000 calorías, se deberían consumir entre 225 y 325 g de hidratos de carbono al día.
En general, una dieta baja en carbohidratos solo incorpora entre 100 y 150g por día para una dieta de 2.000 calorías y para completar las calorías necesarias se incrementa el consumo de proteínas.
Muchos alimentos ricos en proteínas contienen sustancias llamadas “purinas” que se descomponen en ácido úrico en el organismo y este se disuelve en la sangre llegando a los riñones, donde es eliminado a través de la orina.
Sin embargo cuando se consumen por mucho tiempo una gran cantidad de alimentos ricos en purina, se elevan los niveles de ácido úrico en la sangre y se acumula de manera significativa en los riñones, que trabajan el doble para eliminarlo, pero cuando por alguna razón el mecanismo se debilita o estresa por distintos factores de salud, la acumulación de ácido úrico en los riñones se solidifica formando piedras o cálculos.
Lo que debemos saber para este caso puntual, es que las proteínas animales (carne de res, cerdo, cordero, atún, camarón, langosta, vieiras, el arenque, las anchoas y las vísceras) son muy ricas en purinas, por ello se deben limitar estos alimentos para disminuir el riesgo a la formación de cálculos renales.
