Cómo aprovechar las propiedades del Aceite de Almendras en tratamientos y remedios caseros para el cuidado de pieles sensibles y labios lastimados.
Tratamientos naturales para pieles sensibles y labios partidos
Las almendras y
el aceite obtenido de ellas poseen propiedades suavizantes y ayudan a reparar los labios partidos la piel que ha sido dañada. Sus
moléculas, de pequeño tamaño en comparación con otros activos empleados en
cosmética, difunden con facilidad a través de las células de las capas externas
de la piel, alcanzando una mayor profundidad y nutriendo los tejidos con mayor
eficacia.
- Remedio casero para los labios partidos con almendras
Ante un problema de labios
partidos, un bálsamo natural
elaborado con aceite de almendras dulces y cera de abejas en proporción
de 4 a 1,
calentado a fuego lento o al baño María para lograr la perfecta mezcla de los
ingredientes y dejándolo después templarse, solucionará el problema a la vez
que previene que se infecten las grietas por las propiedades antisépticas de la
cera virgen de abejas.
- Tratamiento natural y para pieles sensibles con aceite de
almendras dulces
Las pieles sensibles y la de los bebés se benefician si tras
el baño o ducha se aplica sobre ellas un poco de aceite de almendras dulces.
En el caso de los bebés puede emplearse este aceite incluso para ayudar
a la limpieza en los cambios de pañal.
- Tratamiento con Almendras para el cuidado y la limpieza de pieles sensibles
Para limpiar con
suavidad el rostro se puede recurrir a una mezcla de almendras
trituradas y arcilla verde, a la que se añadirán unas 6 gotas de aceite
esencial de lavanda por 100
gramos de preparado y un poco de agua de rosas, para
darle una textura de pasta sólida.
La proporción de arcilla verde a emplear dependerá del tipo
de cutis. Para pieles grasas o mixtas, conviene mezclar almendras y arcilla a
partes iguales. A medida que la piel es más seca o madura, la proporción de
arcilla verde disminuirá, pudiendo añadirse un poco de aceite de almendras
dulces si fuera necesario, aunque con cuidado, pues se busca un producto que
limpie, aunque sea con suavidad, las impurezas acumuladas en la piel a lo largo
de la jornada.
Para usar el preparado se toma una pequeña cantidad en la
palma de la mano, se añaden unas gotas de agua tibia y se frota con la mezcla
la piel. A continuación se retiran los restos de producto con agua fría o templada.