Remedios y tratamientos caseros con Ruibarbo
El ruibarbo es, además de un alimento, una planta medicinal empleada en tratamientos naturales desde los tiempos de la consolidación del imperio Chino o incluso antes.
- Tratamiento natural contra el estreñimiento con ruibarbo
El ruibarbo es laxante y sus propiedades pueden aprovecharse para tratar el estreñimiento ocasional. Para ello, se preparará una infusión con 10 gramos de ruibarbo y una cucharada de bicarbonato por taza de agua.
Del líquido obtenido y filtrado se tomará la mitad por la mañana y la otra mitad a la noche.
Este remedio está contraindicado en personas que sufran de hemorroides.
- Tratamiento natural contra los cálculos hepáticos con ruibarbo
Se mezclan, pulverizados, 20 gramos de genciana, 40 gramos de ruibarbo, 40 gramos de semillas de anís verde y 40 gramos de romero. La mezcla se guardará en un tarro opaco, y se tomará una cucharadita de café antes de las principales comidas, pudiendo edulcorarse con azúcar.
En caso de no conseguir los productos pulverizados (secos y triturados finamente aunque sea con un mortero), puede prepararse una infusión con una cucharada rasa de la mezcla de las mismas plantas por taza de agua.
- Remedio casero contra las dispepsias con ruibarbo
Por sus propiedades digestivas, el ruibarbo puede aliviar dispepsias y gastritis. Para aprovechar estos beneficios del ruibarbo, se puede preparar una infusión con una cucharadita de café de polvo de ruibarbo, otro tanto de menta o de hierbabuena, 5 gramos de bicarbonato sódico y unos 25 ml de agua de azahar (en su defecto, añádanse tres gramos de flores de azahar al preparado) por taza de agua.
De este preparado deberán tomarse dos cucharadas cada dos o tres horas.
- Remedio casero contra la urticaria con ruibarbo
Mézclese en una taza de agua hirviendo 6 gramos de polvo de ruibarbo con una cucharadita de postre de bicarbonato sódico. Retírese del fuego y tómese en cuanto sea posible.
Contraindicaciones del Ruibarbo
No obstante, deben abstenerse de ingerir ruibarbo las embarazas y las mujeres lactantes, así como las personas que sufran o tengan tendencia a padecer cálculos renales.
