La raíz de ginseng se ha utilizado en la medicina tradicional china por miles de años, atribuyéndole poderes prácticamente mágicos, sin embargo más allá del misticismo el ginseng es una planta categorizada en la actualidad como “adaptogena”, lo que se traduce en tener la capacidad de equilibrar los distintos niveles orgánicos estimulando las defensas orgánicas, así que lo antiguos no estaban tan equivocados.
Aunque está disponible en diferentes formas, el té de ginseng es una de las maneras más populares para consumir esta prodigiosa raíz capaz de tratar un gran numero de condiciones, entre la cuales se encuentra la enfermedad del movimiento o mareo, situación que afecta a la coordinación y por lo tanto a la estabilidad física, pudiendo relacionarse con problemas digestivos en algunos caso como efecto secundario (viajes en altura o por navegación).
Existen tres principales tipos de ginseng y son el Panax ginseng, ginseng americano y el ginseng siberiano, que si bien todos los tipos de ginseng ofrecen beneficios similares a la salud, hay algunas diferencias.
Investigaciones sobre el Ginseng y su efecto contra los mareos y nauseas
El ginseng puede ayudar en el tratamiento de la enfermedad de movimiento o mareo, según estudios llevados a cabo en el Departamento de Psicología de la Universidad de Vanderbilt, además de un estudio publicado en "Archives of Pharmacal de Investigación", donde se examinó la variedad de ginseng rojo coreano y su efecto sobre las náuseas, encontrando que tiene la capacidad de reducir los mareos, nauseas y sus consecuencias directas que son los vómitos.
Otro estudio investigó los efectos del ginseng americano sobre las náuseas, en el que los investigadores concluyeron que el ginseng reduce las náuseas y los vómitos al estimular las glándulas adrenales. Si estas glándulas no funcionan correctamente, puede producirse hipotensión, que a su vez puede causar mareo.