La Lobelia también conocida como “Flor de Cardenal indio” era utilizada
en las ceremonias religiosas de algunas tribus nativas americanas, así como
también se la aplicaba con fines mágicos tanto para tratar el mal de amores, como para curar el habito al tabaco de los fumadores.
Los indios americanos creían que al
mezclar hilos de su raíz en los alimentos de una pareja con problemas, esto se
resolverían para retornar al amor nuevamente.
La Lobelia era muy apreciada como planta medicinal en la América prehispánica, considerándosela como una panacea, por lo tanto se la utilizaba para casi todo los males y cuando fue descubierta por los europeos la llevaron a Inglaterra donde fue administrada para tratar un gran número de enfermedades, siendo utilizada aun hoy por muchas terapias alternativas en todo mundo.
La investigación médica ha descubierto que los componentes más importantes de la planta son los alcaloides de piperidina incluyendo la lobelina y otros ácidos carboxílicos, así como también; isolobelanine, goma, resina, aceite fijo clorofila, lignina, sales de cal y potasio, óxido férrico.
El compuesto llamado lobelina, ubicado principalmente en las semillas, estimula el centro respiratorio del cerebro, provocando una respiración más profunda y sostenida, por lo cual es muy útil para el tratamiento de las enfermedades respiratorias, como el asma, la bronquitis crónica, tos ferina, crup espasmódico y la neumonía.
Mientras que el compuesto isolobelanine al mismo tiempo relaja las funciones neuromusculares del sistema respiratorio, también actúa como tónico nervioso y antiespasmódico, siendo considerado uno de los relajantes sistémicos más eficaces, ya que brinda una combinación integral de estimulación y relajación.
Toda la planta se utiliza como laxante, expectorante, diaforético, antiasmático, analgésica, antiespasmódica, narcótica y sedante.
Los beneficios saludables de la Lobelia se aplican para tratar la inflamación y los trastornos convulsivos como la epilepsia, convulsiones histéricas, lesiones traumáticas, heridas, abscesos, tétanos, resfriados, fiebres, la difteria y la amigdalitis, cuando se mastica su sabor es similar al del tabaco y produce efectos similares a los de la nicotina, motivo por el cual se utilizaba en antaño para tratar la adicción al tabaco.