El arándano no se trata de un árbol con frutos, sino más bien parecido a las moras, que crecen en arbustos en sotobosques de regiones con muchas montañas. Estos frutos o bayas tienen un color entre el negro y el azul marino, quizá algo violáceo, debido a su riqueza en antocianósidos y taninos.
El arándano está indicado cuando tenemos síntomas como una reducción de nuestra cantidad de visión ante un foco de luz muy intenso. Esto se llama hemeralopia. También el arándano es útil para cualquier otro tipo de dolencia relacionado con las arterias de los ojos.
El arándano es un fruto que muchos conductores llevan encima, ya que es una solución ideal para aquellas personas que han de conducir durante muchísimas horas seguidas, sobretodo por la noche, en la que el campo de visión se ve reducido.
Además de esto, si tenemos un tipo de trabajo o actividad que cansa mucho nuestros ojos, los arándanos permiten que recuperemos la calidad y la agudeza visual tras la jornada.
Según un estudio publicado en Archives of Ophthalmology, comer arándanos tres veces al día reduce el riesgo de degeneración macular por la edad.
Todo esto es posible gracias a su beneficiosa acción sobre la microcirculación. Esto, además, hace que los arándanos actúen sobre las pequeñas vénulas de la cara que suelen aparecer con la edad y se concentran alrededor de la nariz y de los pómulos. Este cambio en la piel recibe el nombre de cuperosis.
Los Arándanos son un remedio casero para la vista cansada, además mejoran la agudeza visual y solucionan otros problemas de la vista.