La vitamina D es un micronutriente que cumple diversas funciones muy importantes para nuestro organismo. Su función principal es facilitar la correcta utilización de minerales como el calcio y el fósforo y regular las secreciones de la glándula paratiroides.
La vitamina D es imprescindible para que nuestras células se reproduzcan de forma correcta y se especialicen en una función concreta y para mantener en un correcto estado las membranas celulares de la piel, los músculos y el páncreas. También es imprescindible la ingesta de esta vitamina dado que la vitamina D regula la activación de nuestras defensas.
El déficit de vitamina D puede provocar retrasos en el crecimiento tales como el raquitismo en niños y problemas óseos en adultos, su deficiencia también es un factor de riesgo para que una mujer desarrolle osteoporosis tras la menopausia y finalmente el déficit de esta vitamina puede causar debilidad muscular, por eso es importante mantener una alimentación que nos aporte unas cantidades de vitamina D adecuadas.
Su ingesta diaria no está establecida en una cantidad mínima así que llevando una dieta equilibrada se supone una correcta ingesta de vitamina D.