La tos es una afección de las vías respiratorias, que se produce porque nuestro organismo tiene toxinas a expulsar y por tanto está considerada como un mecanismo de defensa, aún así la tos puede llegar a ser muy molesta y a imposibilitar el descanso y es entonces cuando debe ser tratada.
Uno de los grandes aliados del sistema respiratorio y cardiovascular es el ajo. Este alimento contribuye a todas las funciones del sistema y lo fortalece haciéndolo menos propenso a sufrir enfermedades.
A parte de este gran beneficio, la tos se acompaña de una irritación general en la garganta y esto es porque suele haber un componente infeccioso en los procesos catarrales, el ajo actúa como antiséptico de las vías respiratorias dado que su principio activo (la alicina) ha demostrado tener efectos antibióticos.
Para calmar la tos no es eficaz tomar concentrados de alicina y por tanto, este principio activo se puede tomar directamente del ajo, este debe ser macerado en aceite de oliva o miel, y después beber el líquido.
Ya que el aceite de oliva o la miel crean una película protectora en la garganta y el ajo actúa como antibiótico y reforzante, el resultado es muy eficaz, aunque si la tos no mejora pasado unos días, es imprescindible acudir al médico.