La Guanabana, Chirimoya o Graviola resulta tener un alto beneficio para los tumores cancerosos, sobretodo aquellos que se encuentren localizados en el pulmón, páncreas y próstata.
En su composición hay muchísimos principios activos anticancerígenos o citostaticos, principalmente hablamos de las Acetogeninas que podemos encontrar en sus hojas.
Se comprobó en estudios comparativos que contrastaban el efecto de las acetogeninas con la adriamicina (un medicamento quimioterápico muy conocido que la acetogenina es diez mil veces más potente que la adriamicina para el cáncer y que era capaz de acabar con las células cancerigenas sin afectar a las células sanas, cosa que si ocurre cuando utilizamos la quimioterapia (Sin hablar de otros efectos adversos como las nauseas, la pérdida de peso, la calvicie…).
La guanabana resulta
una buena opción cuando es imposible realizar una cirugía contra el cáncer o el uso de la
radioterapia o si se ha de detener la quimioterapia ya que está afectando el
hígado, los riñones o ambos.
No resulta contraindicada con otros
anticancerígenos o tratamientos convencionales y, por el contrario, resulta muy sinérgica en sumatorio
con ellos. Al tratarse de un producto
natural, la Graviola no tiene efectos secundarios ni se
conocen intolerancias ni alergias, solo un leve efecto hipotensor, que en general resulta ser favorable en la mayoría de los casos.
La graviola es una planta de la cual puede aprovecharse no sólo las hojas por sus propiedades para eliminar las células cancerosas, sino también los abundantes nutrientes, vitaminas y propiedades medicinales de sus diferentes partes como el fruto la corteza, flores y raíces.,
Estas son algunas de las propiedades curativas del árbol Graviola probadas por estudios científicos:
y otros 14 beneficios más.