La Echinacea es un flor utilizada por los pueblos originarios de américa del norte desde los comienzos de su cultura, especialmente para devolver al cuerpo la salud integral, según sus chamanes, pero hoy la ciencia avala este concepto tan amplio, ya que las propiedades medicinales de la Echinacea, puntualizan sus efectos sobre el sistema inmunológico, que abarca todos los niveles de nuestro ser para mantenernos literalmente sanos.
La Echinacea es extremadamente rica en antibióticos naturales que actúan estimulando o potenciando el sistema inmunológico, propiedad aplicada en medicina natural para curar el agotamiento y la fatiga, así como para prevenir la gripe o el resfriado común, una afección que vulnera el sistema defensivo con facilidad.
Todas las partes de esta planta pueden ser utilizadas en infusiones y remedios herbales naturales, pero la flor específicamente se utiliza en la fabricación de esencias florales.
Las propiedades medicinales de la Echinacea están siendo estudiadas intensivamente para el tratamiento del VIH SIDA, enfermedad que compromete seriamente al sistema inmune, situación que se ha convertido en polémica entre la comunidad dedicada a la sanación.
Aunque algunos estudios han sugerido que la echinacea puede tener efectos beneficiosos para las personas con SIDA VIH, se requiere de una investigación multidisciplinaria más amplia aun.
Sin embargo no se han publicado estudios que muestren efectos nocivos de la Echinacea, lo cual ya representa una esperanza para el futuro tratamiento de las enfermedades autoinmunes.