Entre las propiedades medicinales del guayaco destacan sus acciones diuréticas y laxantes, que convierten al guayacán en un excelente depurativo. Además el guayaco es una planta diaforética, y al estimular la sudoración se la puede emplear además de cómo desintoxicante como antifebrífugo en casos de gripe. Incluso, en los siglos XVI y XVII el guayaco era utilizado en el tratamiento de la sífilis.
Los beneficios del guayaco como desintoxicante de la sangre son tan notables que se emplea esta planta en el tratamiento de la gota.
Consumido en pequeñas dosis, el guayaco facilita las digestiones. Y con los principios activos de esta planta se elaboran jarabes contra la tos.
Por aplicación local se pueden aprovechar los beneficios del guayaco como analgésico capaz de tratar, en función de la preparación, desde dolores de muelas y encías hasta proporcionar alivio en los casos de reumatismo. También ofrece buenos resultados en el alivio de las molestias de garganta.
Para finalizar, la resina del guayaco funciona como antimicótico y permite tratar problemas de hongos en la piel o incluso pequeñas heridas en la cavidad bucal.
El guayaco o guayacán se consigue en forma de extracto y carece de efectos secundarios siempre y cuando no se exceda la dosis recomendada. En dosis altas pasa de ser laxante a ser purgante, por lo que no conviene consumirse de esa manera más allá de un día y consultando previamente a un especialista.