Los beneficios de las pipas de girasol pueden clasificarse en los debidos a sus propiedades nutricionales por un lado, y en aquellos puramente medicinales por otro.
Entre las propiedades medicinales de las semillas de girasol se pueden citar su poder ansiolítico, debido no sólo al proceso que implica su pelado manual, sino a sus principios activos, su capacidad para aliviar la tos y su acción depurativa sobre el organismo. Consumidas en forma de infusión, las pipas de girasol ayudan a perder peso si se sigue una dieta acorde con este propósito.
Las propiedades nutricionales de las pipas de girasol explican otros beneficios de las mismas. Así, por su elevado contenido en vitamina E, tanto las semillas de girasol como el aceite obtenido de ellas son un buen antioxidante y antienvejecimiento. Mediante su uso tópico, el aceite de girasol se emplea para ayudar a nutrir las pieles más secas.
Las pipas de girasol son muy ricas en grasa, de las cuales la mayoría son insaturadas y, por tanto, regulan los niveles de colesterol. Además cuando se consumen sin sal, las pipas de girasol rebajan con suavidad la tensión arterial y poseen efectos diuréticos.
Las pipas de girasol son ricas en magnesio, un mineral cuya carencia se suele manifestar con fatiga física y mental. Esto, unido a su poder calórico y su aporte proteico, explica la presencia de las pipas de girasol en los alimentos destinados a ser consumidos durante la práctica del deporte.
El fósforo que contienen las pipas de girasol hace de ellas un alimento recomendable para niños en edad de crecimiento y para personas con una intensa actividad mental.
Para finalizar, las pipas de girasol ayudan al buen funcionamiento del aparato digestivo, siempre y cuando se consuman de la manera adecuada.