La menorragia es una menstruación demasiado abundante en intensidad y/o en duración. Por tener un sangrado excesivo en un ciclo no puede hablarse de menorragia. Y como la menorragia puede ser síntoma de enfermedades graves, antes de nada se debe consultar al médico para descartarlas.
Los remedios señalados a continuación están indicados para casos en los que la mujer tiene excesivos sangrados de manera natural y sin haber causa física u hormonal que los provoque.
La hoja de frambueso, consumida desde unos días antes del ciclo, reduce la intensidad del sangrado.
Las propiedades del aceite de onagra para regular el ciclo menstrual ayudan a controlar los sangrados excesivamente largos. El aceite de onagra no produce riesgo alguno de sufrir trombosis ni aún cuando se consuma a diario y durante todo el año.
La cola de caballo es antihemorrágica, pero también diurética. Por ello deben emplearla con precaución las mujeres a quienes la menorragia les curse con bajadas de tensión.
Las propiedades hemostáticas de la bolsa de pastor y el llantén ayudan a reducir la intensidad de los sangrados menstruales.
Los días anteriores a la menstruación es conveniente ingerir alimentos ricos en vitamina K, por sus propiedades hemostáticas (reguladoras del flujo sanguíneo) como alfalfa, perejil, carnes, soja, huevos, kiwis o plátanos. Al ser liposoluble, la vitamina K se almacena y no es necesario consumirla a diario, pero por ese mismo motivo existe riesgo de hipervitaminosis.
Deben emplearse con cuidado las plantas y alimentos que licuen la sangre, intentando prescindir de ellos durante los días de la menstruación.
Cuando se sufre menorragia se debe llevar una dieta adecuada para prevenir la anemia, consecuencia bastante frecuente de las menstruaciones excesivas y repetitivas.