La curcumina es un compuesto contenido en la cúrcuma, que representa el pigmento de color amarillo-naranja, pero además es un compuesto natural que se encuentra en plena investigación, por sus numerosas aplicaciones para la salud, pero en particular por sus potentes propiedades anti-inflamatorias naturales, factor fundamental para tratar la mayoría de las enfermedades crónicas y el cáncer.
El compuesto ha demostrado influir sobre más de 700 genes, lo que puede explicar en parte su beneficios para la salud, sin embargo su conocimiento como medicamento natural viene desde la antigüedad, ya que los antiguos chinos e indios en sus medicinas milenarias, reconocieron las propiedades beneficiosas de la cúrcuma, aplicándola en sus recetas magistrales, para tratar diversas enfermedades.
En un emocionante descubrimiento anunciado en el Journal of Nutritional Biochemistry, los investigadores dicen que la curcumina podría ser la respuesta a la detención de un tipo de cáncer cerebral (considerado uno de los más mortales), conocido como glioblastoma (GBMs). En el estudio los científicos demostraron que los tumores cerebrales disminuyeron en 9 de los 11 animales afectados al estudio (81 por ciento) y sin evidencia de toxicidad.
Además la curcumina demostró a diferencia de los medicamentos utilizados para tratar la enfermedad (quimioterápicos), que no afecta las células sanas o sea que se dirige selectivamente a las células cancerosas, pero además descubrieron que funcionaba de forma sinérgica con dos drogas quimioterapicas, mejorando la eliminación de células cancerosas.
El Dr. William LaValley, uno de los médicos de medicina natural del cáncer más reconocidos, señaló que la curcumina tiene la mayor literatura basada en evidencia respaldada como apoyo para el tratamiento del cáncer, que cualquier otro nutriente, ya que no sólo afecta a más de 700 genes, sino que además afecta a más de 100 rutas diferentes, una vez que entra en la célula.