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Versión para imprimir del artículo La Astaxantina y sus Funciones en el Organismo. No incluye formatos especiales ni imágenes.
La astaxantina es un antioxidante del grupo de los carotenos con un comportamiento peculiar, pues se puede ir acumulando en cierta medida a lo largo de la cadena alimentaria.
La astaxantina no puede ser transformada en vitamina A en el organismo, lo que ayuda a que sea posible su acumulación.
No sólo algunos vegetales como el arándano rojo (cranberry) y ciertas especies de microalgas son importantes fuentes de astaxantina, sino también los organismos que se alimentan de ellas, en especial los pescados de carne rosada como el salmón.
Entre sus funciones de la Astaxantina destacan la de proteger las membranas celulares y mitocondriales de las agresiones medioambientales, en especial de las radiaciones. Estas agresiones facilitan la posibilidad de errores en la replicación del ADN y con ello la formación de tumores malignos. En consecuencia, una dieta rica en alimentos que contengan astaxantina ayuda a prevenir varios tipos de cáncer y a su vez aumenta las defensas de la piel, el órgano más expuesto a las radiaciones.
Por este último motivo, los beneficios de la astaxantina para ralentizar el envejecimiento debido a factores ambientales le han hecho ganar popularidad.
Los Suplementos de Astaxantina han experimentado un notable incremento en ventas en occidente, desplazando al betacaroteno por ejercer un efecto una diez veces superior.
Otro de los propiedades de la astaxantina está relacionada con su concentración en la mácula del ojo, donde protege de enfermedades de la visión degenerativas, en especial de la degeneración macular asociada a la edad ( DMAE ). Los mejores resultados a la hora de prevenir esta enfermedad se obtienen con una dieta rica en astaxantina y en luteína.
El hecho de que un nutriente se acumule es una ventaja en el sentido de que no requiere un aporte diario de la sustancia, pero también presenta un aspecto negativo, y es que existe el riesgo de sobredosis.
Aún no se tiene en claro las dosis óptimas de astaxantina a largo plazo, por ello cuando se emplean suplementos para el tratamiento o la prevención de enfermedades se suelen realizar tratamientos de unas semanas con periodos de descanso entre uno y otro.
Las cantidades de astaxantina contenidas en los alimentos hacen imposible intoxicarse si se sigue una alimentación medianamente equilibrada.
