Los cálculos biliares, formados por colesterol, calcio y otros componentes de la bilis, han sido encontrados en momias egipcias, por lo tanto acompaña a los seres humanos desde sus orígenes.
Una dieta rica en fibra puede ayudar a prevenir la enfermedad de la vesícula biliar, en particular la fibra insoluble como la contenida en el salvado de los cereales y las semillas de lino, pudiendo disminuir el riesgo a padecer cálculos biliares hasta en un 13 por ciento.
Otro alimento destacable tanto para tratar como para prevenir los problemas vesiculares son las manzanas, por su altísimo contenido en fibra soluble llamada pectina, ya que ésta tiene la capacidad de absorber las toxinas, disminuir los niveles de colesterol y en consecuencia prevenir la formación de cálculos biliares.
Para tener una vesícula biliar saludable, las grasas de la dieta deben ser saludables, como las contenidas en el aceite de oliva y aceites de pescado, o sea las del tipo mono y poliinsaturadas, a diferencia de las del tipo saturado que son responsables de la formación de cálculos o piedras en vesícula biliar.
Estos aceites saludables garantizan la producción sana de la bilis a través de la reducción oxidativa de las lipoproteínas de baja densidad o LDL, consideradas como colesterol malo, otro ejemplo de fito nutriente saludable son las nueces que proporcionan efectos antioxidantes, disminuyendo la acumulación de toxinas responsables de la congestión y el estrés en la vesícula.
Las alergias alimentarias también son una de las principales causas de ataques de vesícula, por lo cual todos aquellos que las padezcan deben tener especial cuidado al respecto.