Cuando hablamos de cálculos renales nos referimos a uno de los trastornos más comunes del tracto urinario, los cuales se forman con los cristales minerales que se separan de la orina acumulándose de forma anormal, dichos cristales en su mayoría se componen de oxalato de calcio y este se encuentra contenido en los alimentos, como es el caso de la espinaca que es muy rica en oxalatos.
Por lo tanto la dieta representa un papel fundamental en lo que respecta a la formación de cálculos, debido a la composición de ciertos alimentos muy ricos en oxalatos, los cuales se van acumulando en el tiempo dando origen así a las piedras o cálculos en los órganos. Un alimento con elevados niveles de oxalatos son las espinacas y su consumo en exceso puede contribuir al desarrollo de cálculos renales.
La orina contiene sustancias que mantienen todos sus componentes en solución, de esta forma evita la formación de cristales naturalmente, pero cuando estos componentes se desequilibran por exceso de minerales como el calcio y el oxalato, se produce una acumulación anormal o agrupamiento de cristales.
Una dieta para prevenir los cálculos renales no debe incorporar espinacas ya que éstas contienen 10 mg de oxalato por porción, siendo los niveles diarios recomendados entre 2 y 4 mg. Otros alimentos a evitar por sus niveles altos de oxalato son; las nueces, mantequillas de frutos secos, productos de soja, galletas saladas, pan de trigo integral, bayas, uvas, zanahorias, apio, berenjena, aceitunas, papas blancas, patatas dulces y el chocolate.
Los alimentos que contienen un nivel medio de oxalatos son; el maíz, el yogur, peras, manzanas, pan blanco, melocotones, piña, harina de avena, brócoli, lechuga, tomates y cebollas. La mayor parte de su dieta anti lítica debe estar compuesta por alimentos con bajos niveles de oxalatos y son; son el queso, cerezas, la leche, arroz blanco, los plátanos, pomelos, coliflor, aguacates, jamón, las pastas blancas, tocino, carne, pollo, mariscos, pepino y los champiñones.