En la hipertensión arterial la presión que ejerce la sangre al pasar por las arterias es excesiva, cuando esta situación se mantiene en el tiempo son varios los problemas cardiovasculares que puede sufrir la persona afectada.
En el tratamiento de la hipertensión arterial es imprescindible que el facultativo correspondiente paute un tratamiento farmacológico pero para que este tratamiento dé el resultado esperado es imprescindible seguir una dieta correcta y apartar completamente ciertos alimentos perjudiciales.
Estos alimentos principalmente van a ser aquellos con un alto contenido en sal. La sal se debe evitar por completo en casos de hipertensión arterial, ya que al ingerir sal, cuando ésta entra en contacto con el agua presente en nuestro organismo, la retiene en él. Esta retención de líquidos supone que hay más volumen sanguíneo circulando y por tanto va a ser mayor la presión que se ejerza sobre los vasos sanguíneos.
También va a ser conveniente retirar los alimentos grasos de la dieta, ya que la hipertensión arterial requiere de una dieta equilibrada para evitar males como el colesterol ya que en presencia de placas de ateroma (placas de grasa) la tensión que soportan las arterias va a ser mucho mayor.
Si el paciente hipertenso también padece colesterol es importante que conozca cómo reducir el colesterol.
Conviene evitar completamente los siguientes alimentos por su alto contenido en sal, grasas y por sus efectos nocivos sobre la hipertensión:
- Embutidos, especialmente el salchichón y el jamón serrano
- Guisos para cuya elaboración sea necesaria la sal
- Pan convencional (contiene importantes cantidades de sal)
- El alcohol
- El café
- El té
- La bollería industrial
- Todo tipo de bebidas excitantes
- Bebidas energéticas que contengan cloruro sódico (sal común)
Una vez se hayan restringido estos alimentos prohibidos para la hipertensión conviene hacer una importante ingesta de agua al día para favorecer el drenaje del organismo y así contribuir a un mejor manejo de la tensión arterial