Actualmente en el mundo de la nutrición natural la hierba de trigo se ha transformado en una estrella de la salud, ya que posee una gran cantidad de beneficios saludables por la variedad de nutrientes y fitoquímicos.
La hierba de trigo es muy rica en calcio, hierro, magnesio, vitamina C, vitamina E y vitamina A, así como grandes cantidades de la clorofila, el pigmento que le da su color verde y permite a las plantas absorber la energía del sol y aprovecharla para la fotosíntesis, permitiendo la creación de los hidratos de carbono a partir del agua y el dióxido de carbono, teniendo una estructura molecular similar a la de la hemoglobina en la sangre.
Para la medicina natural la riqueza en clorofila de hierba de trigo como alimento puede estimular su sistema inmunológico, lo cual se traduce en beneficios para todos los niveles de la salud orgánica, ya que favorece la auto curación o auto reparación natural del cuerpo.
Son muchos los efectos curativos que se le atribuyen a la clorofila como la capacidad de revitalizar los tejidos y desintoxicar el cuerpo, dos condiciones que la ubican como un poderoso alimento-medicamento natural.
La hierba de trigo ayuda a incrementar los niveles enzimáticos de nuestras células contribuyendo al rejuvenecimiento corporal.
Según el Instituto Linus Pauling, la clorofila y su derivado, la clorofilina, puede ayudar a destruir las células cancerosas, acelerar la cicatrización de la herida al matar las bacterias y puede ayudar a prevenir el cáncer de hígado en personas expuestas a sustancias cancerígenas, según lo han demostrado aplicaciones directas sobre las células.
La hierba o pasto de trigo contiene un importante espectro de vitaminas, minerales y aminoácidos, y está comprobado que es un alimento seguro para la salud humana.