El Ananá o Piña es de origen americano, crece en climas tropicales y es muy rica en nutrientes a parte de ser muy sabrosa y formar parte de distintos platos gastronómicos. El ananá tiene una larga historia en la medicina popular y en los tratamientos de belleza natural, por se una rica fuente de ácido alfa-hidroxi, un ingrediente que la industria cosmética utiliza para la elaboración de cremas antiarrugas.
Una máscara de piña triturada ofrece el beneficio de la actividad enzimática en la piel “bromelina” que ayuda a eliminar la piel muerta de las quemaduras, de acuerdo con la Universidad de Maryland Medical Center. La aplicación de la vitamina C contenida en la piña sobre la piel tiene un efecto beneficioso, debido a sus propiedades antioxidantes protegiendo contra los efectos del envejecimiento prematuro, provocado generalmente por la incidencia de la luz solar.
Según la Sociedad de Nueva Zelanda de Dermatología, al igual que con bromelina, la vitamina C contenida en la piña fresca proporciona una alternativa económica para un tratamiento de belleza en casa y el consumo de esta fruta ofrece a nivel nutricional suficiente vitamina C, que como antioxidante ayuda a proteger su cuerpo contra los radicales libres, también otro factor de envejecimiento a nivel celular.
Debido a los efectos exfoliantes de la Piña al combinarse con menta, resulta un excelente relajante y refrescante para los pies ayudando a restaurar la piel rugosa y ablandar durezas, para luego utilizar la piedra pómez, de acuerdo con el Colegio Americano de Ciencias de la Salud.
El Ananá contiene enzimas y vitaminas antioxidantes como las vitaminas A y C, ambas relacionadas a la protección del organismo, ya que elevan las defensas orgánicas y posee una enzima especifica llamada “bromelina”, que actúa puntualmente restituyendo el tracto digestivo y previniendo o tratando las ulceras estomacales con mucho éxito.