Las bayas de Acai poseen un color púrpura oscuro o azulado muy similar en apariencia a un arándano de gran tamaño y al igual que éste ofrece prestaciones extraordinarias para la salud, que van surgiendo de los distintos estudios actuales motivados por su contenido nutricional y químico, en los que ha demostrado poseer antioxidantes naturales específicos capaces de combatir los procesos inflamatorios.
Según un estudio publicado en la revista norteamericana de “Química Agrícola y Alimentaria", los antioxidantes contenidos en la pulpa de las bayas de acai tuvieron la capacidad de suprimir la actividad de los “mastocitos”, un tipo de célula inmunitaria que produce moléculas de histamina, cuya función es pro-inflamatoria, dando como resultado la disminución de la inflamación, también demostrada en células de leucemia.
Según un estudio publicado en la revista "Journal of Agricultural and Food Chemistry", los científicos utilizaron cuatro pruebas diferentes de la actividad antioxidante para evaluar los niveles de polifenoles y la eficacia antioxidante de diez bebidas frutales y del té. Los resultados mostraron que el jugo de granada posee la capacidad antioxidante más potente, seguido por el vino tinto, jugo de uva Concord, zumo de arándanos y jugo de cereza negro, pero el jugo de la baya Acai mostró mayor poder antioxidante que el jugo de arándano, jugo de naranja, té helado y jugo de manzana.
Así las Bayas de Acai se ubican como un potente recurso natural no esteroide anti-inflamatorio, que según otro estudio de laboratorio donde se evaluó los niveles de actividad antioxidante en el liofilizado de la pulpa de la baya en polvo y la piel, encontró que es capaz de inhibir las enzimas pro-inflamatorias COX-1 y COX-2.
Además las bayas de Acai exhibieron mayores propiedades anticancerígenas sobre otros seis tipos de bayas muy ricas en antioxidantes naturales, en un estudio realizado sobre el cáncer de esófago.