El consumo moderado de chocolate ha demostrado tener la capacidad de beneficiar la salud cardiaca y un nuevo estudio realizado sobre hombres suecos por investigadores del Instituto Karolinska en Estocolmo, ha sugerido que también reduciría el riesgo de accidente cerebrovascular.
El estudio mencionado encontró que los hombres que consumían mayores cantidades de chocolate o 63 g, lo que equivale a un tercio de una taza de chips de chocolate, por semana, mostraron tener un riesgo 17 por ciento menor a padecer de apoplejía, comparado con hombres que nunca o muy rara vez comían chocolate.
Utilizando el Registro de Altas Hospitalarias sueco, los investigadores identificaron 1.995 casos de ictus, entre los hombres que participaron del estudio en los 10 años siguientes a la evaluación original y estos casos incluían 1.511 infartos cerebrales, 321 accidentes cerebrovasculares hemorrágicos y 163 accidentes cerebrovasculares no especificados.
También se ha encontrado una relación dosis-respuesta, en la cual el consumo de 50 g de chocolate por semana o aproximadamente un cuarto de una taza de trocitos de chocolate, produjo un descenso del riesgo de infarto de aproximadamente 14 por ciento.
Los flavonoides o compuestos polifenólicos tienen efectos beneficiosos bioquímicos y antioxidantes comprobados para proteger contra la enfermedad cardiovascular a través de su acción directa antioxidantes, anti-coagulante y propiedades anti-inflamatorias, así como también es posible que los flavonoides contenidos en el chocolate puedan reducir las concentraciones sanguíneas de colesterol malo y reducir la presión arterial, dicen los investigadores.
En resumen los flavonoides contenidos en el chocolate serían los responsables de reducir las concentraciones sanguíneas de colesterol malo y a su vez reducir los niveles elevados de presión arterial o llevarla al equilibrio.
A esta evidencia se suma la presentada por investigadores de la Universidad de California, San Diego, quienes reportaron el hallazgo sobre las personas que consumen chocolate regularmente, una tendencia a ser más delgados, situación verdaderamente sorprendente por el contenido calórico del alimento.