Podemos decir sin equivocarnos que un estilo de vida saludable es sinónimo de longevidad, siendo un ingrediente básico para una vida sana llevar una dieta antiaging o anti-envejecimiento, la cual se basara en el consumo de alimentos naturales y por sobre todo ricos en antioxidantes, compuestos considerados hoy como la clave de la salud, los cuales abundan en una amplia variedad de frutas frescas y verduras.
Hay algunos alimentos que exhiben verdaderamente notables propiedades anti-aging, aquí les brindamos 3 de ellos considerados como los mejores;
Estas bayas azules contienen abundantes cantidades de vitaminas C y E, así como de antioxidantes llamados antocianinas, conocidos por su capacidad para neutralizar los radicales libres, apoyando al sistema cardiovascular, urinario, digestivo y la salud ocular.
Además un estudio realizado por la Universidad Tufts, se determinó que el consumo de arándanos favoreció el equilibrio y la coordinación de los participantes a medida que envejecían, así como otro estudio llevado a cabo en la Universidad de Michigan, demostró que el consumo de arándanos mejoraba la sensibilidad a la insulina y reducía el azúcar en sangre en ayunas, ambos indicadores importantes de un menor riesgo de diabetes, que es una de las enfermedades más comunes del envejecimiento.
El aceite de oliva ofrece protección al corazón y reduce las posibilidades al desarrollo del cáncer, los cual se debe a su gran contenido en polifenoles que son potentes antioxidantes naturales, según los hallazgos publicados en The Journal of Nutrition y el European Journal of Cancer Prevention.
A estos beneficios saludables se suma su capacidad natural para reducir las arrugas de la piel, propiedad que se potencia aun mas cuando el consumo de aceite de oliva se combina con el grupo de alimentos que conforman la dieta mediterránea, según las publicaciones de la American College of Nutrition.
El té verde es otro pilar antiaging ya que contiene una gran variedad de antioxidantes naturales que incluyen a la vitamina C, la vitamina E, la luteína, zeaxantina y las catequinas, que según se informó en The Journal of Nutrition, Investigación y Prevención del Cáncer, estos compuestos tienen efectos protectores sobre ciertos tipos de cáncer, así como también sobre daños a nivel hepático.