Las moras son pequeños frutos rojos muy ricos en antioxidantes naturales, que se potencian a través del proceso de fermentación cuando se elabora vino con ellas, por lo cual representan un aliado para la salud al prevenir distintas enfermedades, entre ellas las más graves como el cáncer, ataques cardiacos, accidentes cerebro-vasculares, etc.
Si bien algunos de sus compuestos químicos son bien conocidos por sus efectos beneficiosos para la salud, otros están siendo investigados, pero su elevadísimo nivel de flavonoides han demostrado tener efectos contundentes sobre una variedad de cánceres, incluyendo el de mama y cervical. Los flavonoides de las moras también protegen al cuerpo contra los efectos degenerativos de los radicales libres, moléculas destructoras del equilibrio celular y por lo tanto responsables de las enfermedades más graves.
Un estudio publicado en el American Journal of Gastroenterology también encontró que las personas que beben vino de moras tienen un 45 por ciento menos probabilidades de desarrollar cáncer de colon. Entre los flavonoides más importantes que contiene el vino de moras se encuentra el resveratrol, compuesto al que se le atribuyen la mayor cantidad de efectos saludables sobre los distintos niveles orgánicos.
El resveratrol contenido en el vino de moras ha demostrado tener la capacidad de reducir el colesterol malo o LDL, prevenir el daño de los vasos sanguíneos y brindar protección ante la diabetes. El resveratrol también ha demostrado poder prevenir la formación de coágulos sanguíneos y disminuir el riesgo de apoplejías relacionadas con coágulos de sangre en más de un 50 por ciento.
El vino de moras también es muy rico en compuestos llamados procianidinas, sustancias capaces de reducir el riesgo de enfermedades cardiacas, así por ejemplo las personas consumidoras de vino hipertensas, tienen un 30 por ciento menos probabilidades de sufrir un ataque cardiaco, que las no bebedoras en las mismas condiciones de salud.
El vino de moras promueve la formación de colesterol HDL o colesterol bueno que protege contra el daño vascular y al contener una sustancia llamada salicilato, tiene la capacidad de calmar el dolor, condición que se suma a sus beneficios sobre la salud cardiaca que son contundentes.