El sistema nervioso central regula la función cerebral y la médula espinal,
mientras que el sistema nervioso periférico controla tus nervios craneales,
espinales y los órganos principales.
Cuando el sistema neurológico está
dañado, el cuerpo no es capaz de transmitir señales desde el cerebro a la
médula espinal, por ello debemos fortalecerlo a través de la nutrición, con
alimentos específicos que favorezcan su funcionalidad.
Una dieta saludable rica en
vitaminas, minerales y aminoácidos puede mantener
al sistema neurológico sano y a su vez proteger los nervios de posibles
daños.
Entre los alimentos más recomendados para esta misión se encuentra
principalmente el hígado de vaca, ya
que posee propiedades específicas para restaurar daños del sistema neurológico.
El hígado de res está cargado de ácido fólico o vitamina B9, que es soluble en agua y necesario para llevar a cabo la correcta síntesis de ADN, del metabolismo celular, la división celular, el correcto desarrollo de la médula espinal y del cerebro embrionario.
En el embrión el sistema nervioso representa una estructura tubular llamada “tubo neural”, donde se encuentra la futura médula espinal y el cerebro, por ello cuando en el embarazo existe una deficiencia de ácido fólico, pueden producirse defectos neurológicos congénitos, tales como la espina bífida y la anencefalia.
Otros alimentos ricos en ácido fólico incluyen a los cereales para el desayuno, harina de trigo, harina de maíz, espárragos, espinacas, guisantes, arroz blanco, fideos y brócoli.
El queso suizo también puede beneficiar a su sistema neurológico, ya
que es muy rico en vitamina B-12,
que ayuda a la síntesis de glóbulos rojos y al metabolismo celular.
Una deficiencia de B-12 puede causar problemas cerebro, la médula espinal y los nervios, con resultados tales como la demencia, problemas de movilidad, la psicosis, los déficits de coordinación, espasticidad, debilidad de las extremidades y la disfunción urológica.
Otros alimentos ricos en B-12 incluyen cereales para el desayuno, el hígado, carne de res, cordero, huevos, almejas, salmón, trucha, abadejo, atún, yogur y leche.