Los duraznos poseen una piel muy suave, una abundante carnosidad agri-dulce y particularmente son consumidos durante la época estival, momento ideal para nutrir al organismo de su gran riqueza vitamínica y mineral, cuando el cuerpo más lo necesita. Los melocotones son muy bajos en calorías, por lo cual son ideales para las dietas destinadas a bajar de peso, pero por sobre todo para mantener o recuperar la salud, puntualmente por su riqueza en antioxidantes naturales.
Los melocotones poseen una dulzura muy especial y pueden sustituir a cualquier alimento azucarado antinatural o golosina, principalmente en el caso de los niños como tentempié ideal o para agregar a los cereales integrales, yogur o queso cottage bajo en grasa, por lo cual son un aliciente invalorable para cualquier dieta saludable, ya que puede ayudar a evitar alimentos endulzados con jarabe de maíz de alta fructosa o azúcar de caña.
En lo que respecta a los efectos rejuvenecedores del durazno, estos contienen 10 vitaminas diferentes, la mayoría con poderosos efectos antioxidantes, así por ejemplo una fruta contiene 570 UI de vitamina A, la cual es muy importante para mantener la salud ocular y 11,6 mg de vitamina C, uno de los antioxidantes más importantes, ya que ayuda además en la reconstrucción de los tejidos.
Los melocotones también ofrecen niveles considerables de las vitaminas E y K. La vitamina E es otro antioxidante indispensable para la salud de la piel, mientras que la vitamina K es esencial para regular los niveles de coagulación de la sangre, condición que se relaciona con la curación de las heridas o la buena cicatrización de las mismas, pero además esta maravillosa fruta es una buena fuente de tiamina, riboflavina, vitamina B-6, niacina, ácido fólico y ácido pantoténico, esenciales para el mantenimiento de todos los sistemas orgánicos.
Un estudio publicado en el "Journal of Medicinal Food", informó que los antioxidantes presentes en los duraznos (piel y carne del fruto), como el ácido clorogénico, es fundamental para ayudar a eliminar los radicales libres del organismo, y estos están íntimamente relacionados con el envejecimiento prematuro y el desarrollo de las enfermedades más graves.