Las venas
varicosas afectan particularmente a las piernas y los pies, pero también pueden
manifestarse en el tracto intestinal o esofágico.
Entre las molestias físicas (a
parte de las estéticas) que pueden provocar las varices, se encuentran las dificultades para caminar o estar
sentado durante un largo periodo de tiempo, pero una variedad de vitaminas tomadas a diario puede ayudar a prevenir y
tratar las venas varicosas con mucho éxito, así como una mala alimentación
puede estimular su desarrollo como contrapartida, particularmente aquella
basada en el consumo de comidas elaboradas o comidas rápidas.
La Vitamina C
La vitamina C es muy importante para estimular la producción de colágeno, una proteína que junto con la elastina, mantienen la flexibilidad de los tejidos, manteniendo por lo tanto las venas sanas y ayudando a tratar el dolor de las venas varicosas, además de reducir la inflamación en las arterias. La vitamina C es importante también para ayudar a mantener la fortaleza de las paredes de los vasos sanguíneos y evita el abultamiento característico que presentan las venas varicosas.
Las Vitaminas B
Existe una gran variedad de vitaminas del grupo B, también conocidas como “complejo B”, las cuales pueden ayudar a tratar y prevenir naturalmente a las venas varicosas, así por ejemplo las vitaminas B12 y B6 en particular, incluidas en la dieta diaria son esenciales para evitar la formación de coágulos sanguíneos, principalmente si existen antecedentes familiares del problema.
Además la vitamina B3 tiene la capacidad específica de ayudar a mejorar la circulación y reducir los niveles de colesterol en la sangre y la podemos encontrar en las verduras de hoja verde oscuro, las legumbres y la levadura de cerveza nutricional.
La Vitamina E
La vitamina E también es muy importante para evitar o mejorar la condición de las venas varicosas, debido a que estimula la circulación en general y promueve el flujo sanguíneo saludable. También debemos saber que se necesita vitamina E para mantener la funcionalidad plaquetaria, además de ayudar a reducir la viscosidad de las mismas, condición necesaria e indispensable para las personas que se encuentran en alto riesgo de formación de coágulos o diabetes tipo 1.