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Versión para imprimir del artículo Comino y sus beneficios naturales contra la Artritis. No incluye formatos especiales ni imágenes.
El comino o Nigella sativa, se conoce como “comino negro” y es una variedad de especias nativas del Mediterráneo que ofrece un sabor intenso a las comidas, siendo utilizada asiduamente por las medicinas tradicionales de oriente para reducir los síntomas de la inflamación asociada con la artritis, principalmente el dolor. El aceite de comino además es un poderoso agente antibacteriano natural que ayuda a aliviar la gripe, la indigestión y la diarrea.
Los ingredientes activos del comino incluyen la timoquinona, ditimoquinona y timol, todos componentes con propiedades antioxidantes, anti-cancerígenas y reductoras de la inflamación un síntoma asociado íntimamente con la enfermedad artrítica. Según un estudio publicado en "La investigación Fitoterapica", encontró que la timoquinona del comino negro efectivamente redujo la inflamación en pacientes con artritis y otro estudio similar publicado en el "Journal of Cellular Biochemistry" obtuvo resultados prometedores sobre la artritis reumatoide.
Tanto el grano como el aceite de comino contienen más de 100 componentes químicos tales como; aceites aromáticos, vitaminas, enzimas, ácidos grasos esenciales, fosfato, hierro, fósforo, carbohidratos, carotenos, encimas anti-ácidas, calmantes y estimulantes.
El término "artritis" hace referencia a la ruptura de cartílago que protege las articulaciones y puede afectar a diferentes áreas del cuerpo, incluyendo la osteoartritis desarrollada por el desgaste normal de las articulaciones provocado por la edad o la artritis reumatoide que se produce a partir de la enfermedad autoinmune, manifestándose por lo general en las extremidades de ambos lados del cuerpo.
El comino como antinflamatorio natural puede aliviar el dolor del proceso inflamatorio provocado por la condición artrítica, pero además es muy importante según la medicina natural sumar métodos complementarios para reducir los síntomas, entre ellos los ejercicios de bajo impacto (que permitirán mantener el rango de movimiento), el masaje, el uso de apoyo ortopédicos para las articulaciones afectadas y la terapia de calor-frio.
