La alimentación continuamente está
condicionando nuestro estado de salud y del mismo modo una buena alimentación
va a ser clave para prevenir determinadas enfermedades.
Así podemos
alimentarnos con el objetivo de aumentar nuestras defensas y sobretodo de
prevenir aquellas enfermedades que se relacionan con el otoño y con el descenso
de las temperaturas.
A continuación vamos a ver cómo podemos lograrlo de una manera muy sencilla.
Las frutas y verduras son imprescindibles. Como es bien conocido estos alimentos nos aportan además de fibra vitaminas y minerales. Concretamente aquellas sustancias que van a ser capaces de mejorar nuestra respuesta inmune son la vitamina C y el zinc. La vitamina C la podemos encontrar en gran variedad de frutas, verduras y hortalizas. El zinc está presente en ostras, carnes, hígado, pescados y productos lácteos.
Tampoco podemos olvidar aquellos nutrientes que nos van a aportar energía, ya que un estado de decaimiento puede desencadenar una bajada de defensas. Se trata de los hidratos de carbono: pastas y cereales (siempre mejor integrales), patatas, pan integral, arroces y frutas. No pueden faltar en nuestra dieta diaria.
Existe otro tipo de nutrientes que intervienen directamente en la formación de anticuerpos (defensas) y esas son las proteínas. Son necesarias en su justa medida, un 15 % del total de nuestra alimentación diaria. Siempre serán preferibles las que provengan del pescado y los vegetales, restringiendo las que provienen de la carne.
Es importante, a medida que van disminuyendo las temperaturas consumir menos platos frescos y optar por comidas tibias y calientes. Los cambios de temperatura debilitan las defensas que se encuentran en la mucosa nasal y faríngea por lo que es importante protegerse del frío, también desde la alimentación.
No nos podemos olvidar tampoco de aquellos alimentos que son ricos en hierro y que nos van a ayudar a prevenir estados anémicos: vísceras, carnes, legumbres, cereales y vegetales.
Introduciendo estas sencillas recomendaciones en nuestra alimentación diaria vamos a fortalecer el sistema inmunológico y aumentar las defensas. De este modo podemos prevenir caer enfermos con frecuencia, eso sí, es muy importante seguir estas pautas en el marco de una dieta equilibrada.