El jengibre es una planta originaria del sudeste asiático de la que se utilizan ampliamente sus raíces nudosas. Además de todas las propiedades medicinales que el jengibre posee, sus raíces constituyen el condimento básico para la comida oriental.
Los beneficios que el jengibre aporta a la salud humana se derivan de su interesante composición, de la que podemos destacar los siguientes componentes:
Estos componentes hacen del jengibre un remedio muy adecuado para tratar el
resfriado de manera natural.
La infusión de jengibre es útil para combatir los síntomas gripales y catarrales, la sinusitis, la congestión nasal, y además también ayuda a disminuir el dolor articular que se produce durante un cuadro gripal, ya que tiene interesantes propiedades para el dolor óseo y muscular.
Para preparar la infusión de jengibre únicamente necesitaremos una cucharadita de raíz seca de la planta y medio limón.
Debemos hervir el jengibre en una taza durante un tiempo aproximado de 3 minutos.
Posteriormente le añadiremos el zumo de medio limón y la dejaremos enfriar.
Al tomarla, si queremos aportarle un mayor dulzor, le podemos añadir miel, la cual, por sus propiedades emolientes resulta también muy útil en cuadros de faringitis o tos.
A pesar de que la infusión de jengibre para el resfriado es un remedio tradicional ampliamente utilizado y con un buen margen de seguridad, siempre hay que tomar ciertas precauciones.
No tomes infusión de jengibre si padeces cálculos biliares, enfermedades neurológicas, problemas gástricos o hemorragias menstruales abundantes. Si estás embarazada, eres madre lactante o para problemas circulatorios, antes de tomar el jengibre deberás consultar con tu médico.