La dieta alcalina es un modelo de terapia basado en la alimentación que persigue la curación y el mantenimiento del equilibrio del organismo basándose en el pH sanguíneo, que es ligeramente alcalino y oscila entre 7,35 y 7,45.
Se trata de una alimentación que permite que el pH sanguíneo pueda equilibrarse sin tener que recurrir a las reservas alcalinas del organismo (por ejemplo, el tejido óseo) lo que también se traduce en una mayor alcalinización del organismo y un menor riesgo a padecer múltiples enfermedades y trastornos que van desde la osteoporosis hasta el cáncer.
La alimentación alcalina puede utilizarse tanto para restaurar el estado de salud como para mantenerlo y lo que variará de un caso a otro es el porcentaje de los distintos tipos de alimentos:
Fase de curación o restauración: Debe ingerirse un 80 % de alimentos alcalinos y un 20 % de alimentos ácidos.
Fase de mantenimiento: Debe ingerirse un 60 % de alimentos alcalinos y un 40 % de alimentos ácidos.
Existen numerosos alimentos que actúan acidificando nuestro organismo y cuyo grado de acidificación puede ser comprobado específicamente utilizando las conocidas tablas de pH de los alimentos.
A continuación te mostramos los más representativos:
Estos alimentos forman parte de la dieta alcalina. Los alimentos con efecto alcalinizante generalmente se conforman por verduras, frutas maduras y alimentos con el menor procesamiento posible:
Si bien en este artículo te hemos mostrado algunos alimentos que forman parte de una dieta alcalina, es importante que siempre cuentes con la supervisión y asesoramiento de un profesional de la salud para que ésta sea bien equilibrada, con todos los nutrientes que necesitas.