La dieta mediterránea es algo más que una dieta, es un estilo de vida que se ha desarrollado durante milenios a través de los pueblos del mediterráneo y que caracteriza el saludable modo de vivir que siempre ha predominado en esta área geográfica.
En la actualidad son numerosos los estudios que han confirmado los efectos saludables que siempre se le han atribuido a esta dieta de forma tradicional e intuitiva, una parte importante de estos estudios se ha centrado en comparar diversos índices de enfermedad entre distintos países.
Antes de adentrarnos en los beneficios que la dieta mediterránea ha demostrado, vamos a centrarnos en describir un poco esta alimentación o estilo de vida.
La dieta mediterránea se caracteriza por potenciar los
alimentos vegetales (verduras, hortalizas, legumbres, cereales, tubérculos y
frutos), optando siempre por alimentos frescos y de temporada, también potencia
las grasas saludables del aceite de oliva y los frutos secos y se caracteriza
por contemplar el vino tinto como una potente fuente de antioxidantes.
Por el contrario, reduce significativamente los alimentos procesados, las grasas de origen animal y los derivados lácteos, potenciando el pescado sobre la carne y la carne blanca sobre la carne roja.
Pero debemos tener en cuenta que la dieta mediterránea no sólo se caracteriza por una determinada alimentación, sino también por el suficiente ejercicio al aire libre. Veamos entonces cuáles son los beneficios de esta saludable combinación.
Son tantos y tan importantes los beneficios de la dieta mediterránea que una de las mejores decisiones para mantener nuestra salud es iniciar un cambio progresivo hacia estos hábitos de alimentación.