Las semillas de la calabaza poseen una acción antiinflamatoria a nivel tanto prostático como de la vejiga, que permite aliviar la necesidad de miccionar frecuentemente en casos de hipertrofia prostática benigna.
La acción antiinflamatoria prostática es debida a la cucurbitina, una molécula que interviene en la dihidrotestosterona. Las pipas de calabaza sirven por tanto para aliviar los síntomas como para prevenir la hipertrofia prostática benigna.
Además las propiedades de las pipas de calabaza como diurético suave ayudan al correcto vaciado de la vejiga, aumentando el tiempo necesario para el llenado de la misma.
Como consumir las pipas de Calabaza
La forma más popular es Tostando las semillas al horno durante 10 o 20 minutos según el tamaño de las semillas
Previamente se pueden sazonar con un poco de canela, clavo de olor o nuez moscada para lograr un bocadillo dulce o con sal de mesa o marina para darles un un sabor salado adicional.
La fuente ha de tener un poquito de aceite de oliva.
Las pipas de calabaza tambien se pueden hervir o cocinar en la sartén con una pizca de aceite hasta que comiencen a saltar.
Para aprovechar sus beneficios consumir un puñado al día solas, como las semillas de Girasol, o incorporarlas en otras comidas, ensaladas, panes (triturada), etc.
Entre sus propiedades nutricionales cabe destacar el aporte de zinc. Uno de los síntomas de la carencia de zinc es la disminución de la libido, y al afectar los problemas de próstata a la salud sexual masculina, las pipas de calabaza impiden un empeoramiento del problema por causas ajenas a la próstata. Incluso se le atribuyen propiedades afrodisíacas de por sí.
De unos años a esta parte se estudian los posibles efectos anticancerosos de los lípidos contenidos en las pipas de calabaza, en concreto en relación con el aparato urinario.
Las propiedades medicinales de las semillas de la Calabaza también están presentes en el aceite que se extrae de las mismas.