El Aloe Vera o Sábila tiene dos usos muy diferentes uno tópico o externo y otro interno, siendo el uso en forma de gel el más utilizado para tratar problemas de la piel, este uso es el más común y tiene pocos efectos secundarios o ninguno.
Sin embargo el uso interno basado en beber el jugo de Aloe Vera, si bien tiene fama de ofrecer muchos beneficios para un gran número de dolencias, es el que presenta mayor cuidado en cuanto a sus contraindicaciones, por posibles efectos secundarios potenciales.
Los efectos secundarios del Aloe Vera son poco frecuentes y generalmente se deben a excesivos niveles de consumo, en lo que respecta al jugo de venta comercial, cuando no se respetan las dosis indicadas por los fabricantes.
Entre los efectos secundarios del jugo de Aloe Vera que revisten carácter de gravedad y han sido notificados se encuentran los relacionados a un pequeño número de personas afectadas por hepatitis o problemas en la coagulación de la sangre, casos donde se debe evitar la formación de coágulos sanguíneos, para evitar problemas graves como son los casos de accidentes cerebro-vasculares (ACV).
Las mujeres embarazadas o lactantes no deben consumir el jugo de Aloe Vera también conocido como Sábila, ya que estimula el útero pudiendo generar contracciones en particular cuando se atraviesa por los últimos meses del embarazo, así como también puede afectar la leche materna perjudicando al bebé.
El consumo de Aloe Vera está contraindicado cuando se toman paralelamente corticosteroides orales, pudiendo desarrollar una deficiencia de potasio que afectaría al corazón.