En la antigüedad era muy popular la cerveza de raíz y esta se elaboraba con la raíz de zarzaparrilla, la cual poseía un sabor y aroma muy característico a la vez que se le atribuían propiedades medicinales. La raíz se ha utilizado durante siglos como un poderoso afrodisíaco natural y para tratar trastornos de la piel, enfermedades inflamatorias y venéreas como la sífilis, sin embargo como sucede con todos los medicamentos, la raíz de zarzaparrilla también puede producir efectos secundarios que debemos conocer.
Algunas personas pueden presentar una reacción alérgicas a las preparaciones de raíz de zarzaparrilla, tales como urticaria o erupciones en la piel, así como también su inhalación puede desencadenar un ataque de asma, según un artículo publicado en la revista Journal of Alergia e Inmunología, por lo cual si se experimenta dolor en el pecho, hinchazón de la lengua o dificultad para respirar, al consumir un preparado medicinal a base de zarzaparrilla, lo recomendable es que se busque atención médica inmediata.
La zarzaparrilla contiene saponinas esteroides, compuestos químicos que pueden irritar el revestimiento del estómago, sin embargo dado que esta hierba es generalmente bien tolerada por la mayoría de la gente, solo pueden producirse en el caso de consumir grandes cantidades de productos saborizados o formulados con extractos de raíz de zarzaparrilla.
Las saponinas contenidas en la raíz de zarzaparrilla son responsables de producir efectos diuréticos, por lo cual aumentan la producción de orina y si se mantiene en el tiempo podría irritar los riñones, siendo particularmente contraindicada esta hierba si existen antecedentes de enfermedad renal.
La diosgenina contenida en la raíz de zarzaparrilla es un elemento esencial para la producción de las hormonas esteroides, por ejemplo estrógenos, testosterona y progesterona, contenido que explicaría sus propiedades afrodisiacas, además de aumentar la masa muscular y reducir los efectos de la menopausia femenina, sin embargo la diosgenina interactúa con el estradiol, una hormona natural producida por el cuerpo que se encuentra también en ciertos medicamentos y por lo tanto podría interactuar con ellos.