El mijo es un grano básico en la alimentación de muchas culturas del mundo, pero en occidente se lo utiliza principalmente como alimento de aves, aunque las dietas naturistas incorporan al mijo como un verdadero súper alimento, ya que es especialmente ricos en proteínas, fibra, magnesio y fósforo, componentes que brindan salud a los distintos niveles orgánicos pero principalmente al cerebral.
Las semillas de mijo se pueden obtener en su forma entera o sin cascara, esta última es la forma más consumida, ya que se pueden elaborar infinidad de platos y postres, con altísimo valor nutricional. Según las Guías Alimentarias Americanas se recomiendan incluir más granos enteros en la dieta como una fuente concentrada de nutrientes, rica en vitaminas esenciales tales como hierro, vitaminas del complejo B y fibra, para proteger la salud, al reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes tipo 2, entre otras.
La riqueza proteica del mijo se puede evaluar en el contenido de una taza como porción, la cual llega a contener 6 g de proteína, cantidad que se traduce en el 12 por ciento del requerimiento diario para una dieta saludable estándar de 2000 calorías. Como parámetro a tener muy en cuenta la misma porción de arroz integral cocido contiene 4 g de proteínas, conformando el 8 por ciento del valor diario recomendado.
El mijo posee proteínas con cantidades considerables de aminoácidos esenciales, por lo tanto es una fuente de mayor calidad proteica comparado con otros granos, pero además es una buena fuente de magnesio, mineral alcalino indispensable para la salud cardiaca y general, ya que actúa de forma sinérgica con el calcio, mineral que distribuye correctamente por todo el organismo evitando que se deposite en articulaciones o genere cálculos en los órganos (piedras en la vesícula, riñones, hígado).
Otro dato interesante sobre las propiedades del mijo es su contenido de magnesio que ayuda a regular la presión arterial y los niveles de azúcar en la sangre, reduciendo el riesgo a desarrollar diabetes tipo 2, principalmente en la edad adulta.