El limoneno se encuentra en las naranjas, limones, limas y pomelos, representando una sustancia aceitosa aromática que se utiliza en la industria para los productos de limpieza y cosmética, en gastronomía para saborizar o aromatizar alimentos y como suplemento dietético para ayudar a prevenir y tratar enfermedades que van desde el reflujo gastroesofágico al cáncer.
El reflujo acido se produce por las regurgitaciones de los ácidos del estómago cuando el esófago no puede contenerlo, llegando a recorrerlo y alcanzar en el peor de los casos la cavidad oral, representa un problema muy actual donde el estrés y la mala alimentación son un factor común y una causa de su desarrollo.
Esta afección se caracteriza por provocar ardor de estómago e irritación del esófago, teniendo como tratamiento preventivo cambios en la dieta, donde se deberán evitar los alimentos altos en grasa y comer porciones más pequeñas, para ayudar a controlar los síntomas. Pero también en este caso los suplementos con limoneno son muy efectivos para tratar o controlar esta afección, aliviando la acidez y el reflujo, según un artículo publicado en "Revisión de la medicina alternativa", definiendo la dosis adecuada en 1.000 miligramos.
Para los cálculos biliares o piedras como se las conoce popularmente, también son una patología tratable con limoneno, ya que la investigación ha demostrado que la infusión de limoneno, tiene la capacidad para disolver naturalmente los cálculos biliares, aunque se sigue investigando ya que el abanico de posibilidades saludables puede ser mucho mayor para otros niveles orgánicos relacionados.
Según estudios que se están realizando en el Centro de Cáncer Memorial Sloan-Kettering, el limoneno podría ofrecer protección contra el desarrollo de ciertos tipos de cáncer, particularmente de mama, hígado y estómago, ya que las personas con un consumo elevado de limoneno en sus dietas también tienen menores tasas de carcinoma de células escamosas.
El limoneno tendría la capacidad de prevenir el cáncer, al metabolizar sustancias cancerígenas en agentes menos tóxicos. La investigación está comenzando, pero sus primeros resultados son alentadores.