El saúco (Sambucus nigra) es un árbol al que en Europa se le han atribuido poderes mágicos desde muy antiguo. Muchos de estos poderes estaban relacionados con las propiedades medicinales del saúco, del cual se aprovecha toda la planta, excepto las semillas, para elaborar los más variados Remedios Caseros.
Para ayudar a depurar el hígado tras un periodo de ingesta de grandes cantidades de medicamentos o de otras sustancias que pudieran afectarle, pueden emplearse tanto las flores como las hojas del saúco.
Si se usan las flores, se emplearán 10 gramos de las mismas por taza de agua, para realizar un té que será ingerido a lo largo del día, repartido en dos tomas, durante una semana o 10 días.
En caso de utilizar las hojas, deberán ser frescas. Se macharán 3,5 gramos de hojas por taza de agua y se dejará hervir durante unos 10 minutos. Una vez hecho esto, el líquido se filtra y se edulcora, pasando a guardarse en el frigorífico. Se tomará media taza de este preparado al día, en ayunas. Si se desea, puede recalentarse para ingerirlo templado.
Las molestias provocadas por la inflamación de los bronquios se pueden mitigar con una infusión de 5 gramos de flores desecadas por taza de agua. Esta infusión se tomará una vez al día, preferentemente antes de acostarse.
Además de tener propiedades expectorantes, las flores de saúco ayudan a bajar la fiebre que suele acompañar a estos procesos, si bien este té no posee propiedades antibióticas.
El saúco es una planta depurativa y diurética. Para reducir los niveles de ácido úrico y para prevenir los problemas de gota, se procederá a preparar una decocción de 150 gramos de la segunda corteza del árbol (no la más externa) en un litro de agua. Una vez filtrado, se tomarán dos vasitos al día.
Nota: Este tratamiento para la Gota no debe prolongarse demasiado porque la ingesta continuada de corteza de saúco puede producir efectos adversos en el organismo.
Si a este mismo remedio, se lo toma en forma de decocción o como vino medicinal (maceración en un litro de vino blanco) sirve para aliviar la artritis, pero a la precaución de no emplearse en tratamientos prolongados se le debe añadir, en caso del vino medicinal, la de no usarlo en mujeres embarazas, niños o personas con problemas de alcoholismo, así como de insuficiencia hepática.