Alrededor del 25 por ciento de los ácidos grasos de quinua son del tipo oleico, una grasa mono-insaturada saludable que también está presente en el aceite de oliva virgen, cuyas propiedades favorables para la salud del corazón han sido bien documentadas, pero además el 8 por ciento de ácidos grasos en la quínoa se presentan en forma de ácido alfa-linolénico (ALA), el ácido graso omega-3, cuyos efectos se han demostrado científicamente sobre la reducción de los procesos inflamatorios relacionados con la enfermedad.
La mayoría de los estudios llevados a cabo sobre la quínoa han demostrado su relación con su consumo diario y niveles más bajos de inflamación sobre el tejido adiposo y sobre el revestimiento de las paredes intestinales.
En la quínoa se encuentra una amplia gama de nutrientes antiinflamatorios que incluye: ácidos fenólicos (ácidos hidroxicinámicos y hidroxibenzoico), miembros de la familia de la vitamina E como el gamma-tocoferol y los polisacáridos de la pared celular como arabinanos y ramnogalacturonanos.
Entre los nutrientes anti-inflamatorios las saponinas que se encuentran en la quínoa de sabor amargo y solubles en agua se encuentran localizadas en la cáscara de la semilla, más concretamente las saponinas contenidas en la quínoa derivan de la hederagenina y el ácido oleanólico. Las saponinas de la quínoa brindan tanto efectos antinflamatorios, como antioxidantes, sin embargo su cantidad puede verse reducida por el remojo, la cocción y molienda.
La quinua contiene cantidades significativas de tocoferoles que son miembros de la familia de la vitamina E, en gran parte ausentes en la mayoría de los granos, así por ejemplo una taza de quínoa ofrece 2,2 miligramos de gamma-tocoferol (una forma de vitamina E) asociado estrechamente con beneficios antinflamatorios corroborados por la investigación sanitaria.
La quinua es también una buena fuente de cobre, ácido fólico y fósforo, pero la clave de los minerales con efectos antinflamatorios se encuentra en su contenido de calcio, que es superior al de otros granos, así por ejemplo proporciona más de dos veces la cantidad de calcio que el contenido en el trigo integral.