El higo tiene propiedades curativas muy beneficiosas para nuestro organismo., actúan como suavizantes del aparato respiratorio y del digestivo, son laxantes y diuricos, y sirven para combatir periodos de fatiga física o mental.
Propiedades medicinales del Higo
El higo fresco lo
disponemos en los mercados al finalizar el verano, y los higos desecados durante todo
el año, y podemos utilizarlos para preparar remedios caseros que nos ayudarán a combatir molestos síntomas.
- Remedio casero con
Higos para bronquios y garganta
Podemos utilizar el higo para suavizar enfermedades como la faringitis, la bronquitos y la tos,
nos bastará con cocer una docena de
higos en un litro de agua, o de leche, dejarlo hervir hasta que el liquido se
reduzca más o menos a la mitad, y tomar de tres a cuatro tazas de esta bebida
caliente al día .Resultara mas efectico para ablandar la tos y para expectorar
si a la bebida le añadimos una cucharadita de miel.
Si se tienen anginas
se pueden poner 5 cinco higos secos a hervir durante quince minutos en agua, se
cuela y se le añade un poco de miel y de limón, con la mezcla haremos gárgaras
varias veces al día para suavizar la
garganta.
- Remedio natural para la Tos con higos
También podemos utilizar las hojas de la higuera para
preparar un infusión que ayudará a combatir
la tos, si se hierven treinta gramos de hojas secas de la higuera (antes
las desmenuzaremos un poco) en un litro de agua hirviendo, y se deja reposar,
se cuela, y la infusión obtenida se bebe cinco veces al día.
- Un laxante suave con
Higos
Si tomamos el higo en ayunas por la mañana tendrá efectos laxantes, bastará con poner
doscientos gramos de higos secos a remojo durante la noche y comerlos por la
mañana.
- Remedio con Higo como
cicatrizante en heridas
El higo también se puede aplicar externamente porque tiene propiedades cicatrizantes, se puede
utilizar la cataplasma en caso de heridas infectadas, furúnculos o flemones por
infección en las piezas dentales.
Para ello bastará con triturar un puñado de higos, da igual que sean frescos
o secos (que antes habremos puesto en remojo), la pasta resultante la pondremos
en una venda de algodón y la aplicamos sobre la zona afectada. Se puede aplicar
durante el día y después de lavar bien la piel, dejarla descansar por la noche.
Si no tuviéramos ganas de preparar esta pasta también
podríamos poner un higo abierto por la mitad.