Las alergias de tipo primaveral suelen cursar con rinitis y conjuntivitis de tipo no infeccioso, cuyos síntomas pueden tratarse con algunos remedios caseros.
Remedios
caseros para la Rinitis Alérgica
Aunque las alergias se sufren durante todo el
año, en primavera suelen agravarse los síntomas de aquellas debidas al polen o
a otras sustancias de origen vegetal.
Las alergias no tienen cura pero existen remedios caseros inofensivos capaces
de reducir las molestias que ocasionan la rinitis alérgica.
- Remedio casero contra la rinitis alérgica
con agua marina
Uno de los tratamientos más naturales de la rinitis alérgica consiste
en aplicar tres o cuatro veces al día un par de gotas de agua marina hervida
en cada orificio nasal. En caso de no disponer de agua marina, siempre hervida, bastará con preparar
la mezcla con agua potable y la cantidad equivalente de sales, esto es, 35
gramos por litro, lo que viene a ser una cucharadita por vaso de agua.
El preparado
deberá desecharse a los dos días, y prepararse de nuevo.
Este tratamiento sirve también para reducir el goteo nasal que puede acompañar a gripes y resfríos.
- Tratamiento natural para prevenir alergias
con rooibos
Estudios clínicos han demostrado que la
ingesta diaria de dos o tres tazas de rooibos
al día reduce a medio plazo la intensidad de las crisis alérgicas.
- Remedio casero contra la rinitis alérgica,
baño de hierbas medicinales
Para aliviar las molestias de la rinitis
alérgica y de paso el malestar general se preparará un baño en el que se
añadirá la infusión recién hecha de 50 gramos de la siguiente mezcla en un poco
de agua: menta, manzanilla, tomillo y romero a partes iguales.
Al respirar los vapores durante el baño se
facilitará que se descongestionen las vías respiratorias superiores, mientras a
nivel se experimentará un alivio del cansancio que pudiera provocar la mala
calidad del sueño debida a la rinitis cuando ésta es muy intensa.
- Remedio
casero contra las ronchas
En ocasiones las alergias se manifiestas con
enrojecimiento de la piel y mucho picor o prurito. Cuando la zona a tratar no
es muy extensa, y sólo como tratamiento de emergencia, pueden diluirse tres o
cuatro gotas de aceite esencial de lavanda en otras tantas de un aceite vegetal
cualquiera, y aplicar directamente en la zona afectada.
Una vez realizado esto, se procederá a aplicar
dos o tres veces al día una infusión de lavanda (una cucharada por taza de
agua) en la zona afectada. También podría sustituirse por infusión de
manzanilla, dado que ambas plantas posee efectos calmantes y antiinflamatorios
naturales.