El clavo de olor (Eugenia caryophyllus) es una especia aromática empleada en la cocina asiática fundamentalmente. También es muy conocido el uso de su aceite o del propio clavo (una parte de la flor de la planta) como analgésico y anestésico local, especialmente en problemas bucodentales.
El aceite esencial extraído del botón de la flor es el que encierra todas las propiedades medicinales del clavo de olor. Es un aceite rico en eugenol, molécula que posee propiedades analgésicas, anestésicas por uso tópico, antiinflamatorias y antisépticas.
Todos estos beneficios del clavo de olor respaldan su uso como solución de emergencia ante dolores de muelas o de encías. En el caso del dolor de muelas, es importante que la pieza presente algún orificio en donde introducir directamente un clavo de olor o por donde el aceite puede alcanzar la zona del nervio, que es donde se origina la sensación dolorosa.
El poder anestésico local del aceite de clavo es similar al de las soluciones de benzocaína empleadas en odontología y, como pasa con la benzocaína, su efecto es temporal. Y pese a su poder antiséptico, el clavo de olor o su aceite no evitan tener que visitar al odontólogo si una pieza está dañada. No obstante, sus propiedades medicinales sí pueden llegar a resolver una gingivitis ligera.
Para hacer uso de estas propiedades calmantes del clavo de olor se puede emplear los botones florales enteros de la planta, el aceite esencial de la planta o una infusión con las flores.